sábado, 28 de septiembre de 2013

Estimular la inversión

En el transcurso del 2012, las inversiones en el área productiva mostraron una dinámica más calma con respecto a años anteriores, sobre todo en 2009 y 2010 y parte del 2011, cuando hacia mediados de ese año una inusual sequía y dos brotes de aftosa pusieron un brutal freno a la producción y exportación de rubros como las oleaginosas y la carne bovina.

Pocos sectores muestran tanta capacidad de reacción como el primario. Superada la escasez de agua del 2011, los productores cerealeros y oleaginosos encararon un 2012 con moderado optimismo. Y eso se notó en el ritmo de compra de maquinarias e implementos agrícolas, así como insumos químicos para el campo y semillas. Pese a crecer a un ritmo menor que años anteriores, en 2012 las importaciones de los rubros señalados constituyeron una tercera parte de las compras totales: unos US$ 3.500 millones.

El sector está, además, comenzando a invertir en instrumentos que le garanticen un ponderable grado de seguridad ante eventos como sequías y heladas que son, principalmente, los fenómenos atmosféricos más destructivos que deben enfrentar los productores.

Actualmente, entre el 28 y el 30% de la superficie cultivada -en cifras conservadoras- está cubierto por algún tipo de seguro agrícola. Comparativamente, estamos, como país, por debajo de Uruguay y Argentina en cobertura, pero bastante por encima de Chile y Brasil.

El sector ganadero no va a la zaga del cerealero en perspectivas de crecimiento para los próximos años. Un asesor de la Asociación Rural del Paraguay indicaba que en vistas de que el sector espera redondear una exportación de alrededor de US$ 1.300 millones al termino del 2013, las inversiones totales en el sector rozarían los US$ 10 mil millones, de los cuales el 82% es reinversión de utilidades y el 18% restante créditos de la banca comercial. Los productores pecuarios están invirtiendo sobre todo en tecnología destinada a elevar la productividad del hato ganadero a fin de sostener la tasa de extracción que está permitiendo al país recuperar mercados de primera línea como Chile, ampliar las colocaciones en Rusia, Israel, Hong Kong y una treintena de otros destinos de exportación. El ritmo actual de crecimiento del hato es de un 5 a 6% anual y, de continuar esta tendencia, llegaría a unas 19 millones de cabezas para 2020, según estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Disciplina de inversión, planificación, incorporación de innovaciones, tecnología, compromiso creciente con la calidad y la sostenibilidad de precios. Estos son los factores principales sobre los cuales el sector primario ha crecido a niveles insospechables una década atrás. Los estímulos externos (mercados demandantes) son cruciales pero el genio organizativo y la voluntad son los motores que están llevando al sector agro-productor paraguayo a nuevas metas.

http://www.5dias.com.py/31015-cuando-hay-estmulo-hay-inversin

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