viernes, 11 de octubre de 2013

Tiempo de cumplir las promesas

La visita a nuestra capital del canciller de Venezuela, Elías Jaua, representa un paso positivo hacia la normalización de las relaciones con ese país sudamericano. Sin embargo, para que ella se concrete de manera definitiva, y sean totalmente despejadas las diferencias en torno a la forma en que se produjo el ingreso al Mercosur de esa nación amiga, es preciso que se traduzcan en hechos concretos los “gestos y sacrif icios” prometidos por su presidente, Nicolás Maduro, en la pasada cumbre de la Unasur, celebrada a fines de agosto en Surinam. En este sentido, la buena voluntad debe expresarse en avances claros en materia económico-comercial.

Fue auspiciosa la visita a nuestro país del canciller venezolano. Los temas abordados durante la misma fueron igualmente relevantes. Cabe incluso resaltar la forma en que se produjo el encuentro entre los ministros de Relaciones Exteriores de ambas naciones, y que fuera el propio Jaua quien se hiciera presente en Asunción por primera vez, en vez de que su par paraguayo se trasladara a Caracas. Como es sabido, en diplomacia todos los gestos, aun los más elementales, adquieren una dimensión significativa y expresan un estado de ánimo que siempre debe ser cabalmente ponderado.
Elías Jauas, Canciller de Venezuela



La reunión entre ambos cancilleres apunta a una necesaria normalización de las relaciones bilaterales. En este marco, es acertada la determinación de ambos gobiernos de proceder a la pronta designación de embajadores en las respectivas capitales. La importancia de los temas que nos vinculan en términos políticos, económicos, comerciales y culturales justifican esa determinación.

De hecho, un encauzamiento de la relación bilateral permitirá encarar temas de destacada gravitación, particularmente el atinente a la superación de las diferencias suscitadas en torno a la forma arbitrara en que se produjo el ingreso de Venezuela al Mercosur, decretada por nuestros socios del bloque sin el consentimiento paraguayo ni la ratificación del Protocolo de Adhesión por parte del Congreso Nacional.

Es un dato de la realidad que un país como el nuestro precisa de un instrumento de integración como el Mercosur para promover su desarrollo. Pero no es menos cierto que a Venezuela también le conviene despejar toda duda de legitimidad existente en lo que respecta a su participación como socio pleno del bloque mencionado.

Así las cosas, corresponde que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, traduzca en hechos concretos la promesa que realizó el pasado mes de agosto, cuando, en el marco de su participación en la Cumbre de la Unasur, enfatizó que estaría dispuesto a efectuar “gestos y sacrificios” para que la situación en el proceso de integración sea normalizada.

Por lo demás, esa voluntad debe expresarse no solamente en la aplicación de fórmulas de carácter jurídico-diplomático, que apunten a la superación de los obstáculos legales generados casi un año y medio atrás, sino también en la adopción de medidas específicas que apunten a la profundización de las relaciones económicas y comerciales con el Paraguay.

Solo bajo estas condiciones tendremos la disposición de
creer aquello que Maduro había prometido en ocasión de la pasada Cumbre de Montevideo, cuando dijo que pondría “todo su corazón, toda su buena fe y toda su buena voluntad” para lograr la “reincorporación del Paraguay como miembro pleno y activo del Mercosur”.

http://www.ultimahora.com/maduro-debe-transformar-hechos-sus-prometidos-gestos-n730470.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario