
Aloja a presuntos terroristas para ser interrogados en aguas internacionales y así no pagar el costo político de llevarlos a suelo norteamericano. El presidente Barack Obama aseguró el martes último, que el supuesto miembro de la organización terrorista Al-Qaeda, Anas al Libi, está involucrado en la muerte de cientos de personas. “Tenemos claras evidencias de eso y lo llevaremos ante la justicia”, anunció.
Pero eso, cinco días después de que fuera capturado por un comando en Libia, al final todavía no pasó. Y mientras el gobierno decide si lo lleva ante la justicia ordinaria o ante un tribunal militar, el presunto terrorista Al Libi se encuentra prisionero en algún lugar del Mar Mediterráneo, navegando en un barco de guerra.
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