Veamos cuales son esos ejes: enseñanza primaria universal, igualdad de género y autonomía de la mujer, reducción de la mortalidad infantil, mejor salud materna, combate efectivo del VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades infectocontagiosas y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Veamos cómo aplica ese programa en nuestro país y pongámoslo frente a las acciones concretas encaminadas por el Gobierno actual con vistas a hacer realidad su programa de lucha contra la pobreza.
La enseñanza primaria es universal, gratuita y obligatoria en el Paraguay. La distribución de útiles escolares y del desayuno y almuerzo, aún con sus tropiezos y corrupciones, es una realidad. La estructura está bien, salvo el problema de las escuelas tapera y las escuelas “mangogype”. Pero el tropiezo mayor es la calidad de la enseñanza que se vierte con ese sistema, una batalla que todavía no hemos empezado a dar.

En lo relativo a la salud materno infantil, las muertes de mujeres en parto y de recién nacidos nos colocan entre los países de peor desempeño en este ítem crítico de la salud pública. En el combate al VIH, en cambio, el Paraguay muestra resultados sorprendentemente altos, con cobertura gratuita en atención y entrega de medicamentos, siendo además significativos los esfuerzos realizados para contener y revertir el impacto de enfermedades vectoriales como el dengue y el paludismo.
Con algunos objetivos alcanzados, otros en camino y el resto muy lejos en el horizonte, el programa de metas del milenio sigue siendo un desafío actual y urgente para un Gobierno que se ha propuesto una reducción drástica de la incidencia de la pobreza para el 2018.
Con los ejes de la ONU a la vista, esa lucha es algo más que simple voluntarismo. Es gestión, ejecución y evaluación, meta por meta.
http://5dias.com.py/36135–metas-del-milenio-y-lucha-contra-la-pobreza
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