miércoles, 9 de julio de 2014

La creciente de los ríos

Periódicamente, tanto el río Pilcomayo como los ríos Paraguay y Paraná experimentan crecidas debido a precipitaciones pluviales que abarcan grandes áreas de Bolivia, Paraguay y Brasil. En el caso del río Pilcomayo las crecientes son anuales y predecibles, aunque no se puede precisar con antelación el volumen de las mismas. Y tratándose de los ríos Paraguay y Paraná, si bien tienen periodos de creciente y de estiaje, hay años, como el actual, en que las crecientes superan todas las predicciones.

En el caso del río Pilcomayo, las lluvias que alimentan las crecientes anuales tienen su origen en los vientos alisios que soplan en la zona central de la América del Sur, de Este a Oeste, es decir del Océano Atlántico al Pacífico. Estos vientos, al pasar por el Amazonas, transportan la humedad evaporada del río y al chocar contra la cordillera de los Andes, en Bolivia, esta humedad se condensa y cae en forma de lluvias torrenciales que originan el río. Este fenómeno se produce en el verano austral (verano del Sur de la Tierra) y tienen una fecha bastante exacta porque, para el Paraguay, la creciente comienza aproximadamente el 8 de diciembre. A esto hay que agregar que en la zona boliviana de los Andes, prácticamente no hay nieve, lo que significa que las crecientes del Pilcomayo se deben exclusivamente a las precipitaciones pluviales.

En cuanto a las crecientes de los ríos Paraguay y Paraná, si bien se deben también a las precipitaciones pluviales, estas tienen un origen distinto. El Océano Pacífico es de aguas muy frías, pero hay años en que, por razones desconocidas, la temperatura del agua asciende 2 grados. Esto se produce alrededor de la Navidad, razón por la que el fenómeno fuera bautizado por los pescadores de Chile, Perú y Ecuador como El Niño. Este fenómeno produce dos efectos: Primero, los peces migran hacia zonas de aguas más frías y, en consecuencia, disminuye la pesca en los países antes mencionados. Segundo, ese aparentemente pequeño aumento de la temperatura del agua produce la evaporación de un volumen incalculable de agua que se precipita en forma de copiosas lluvias en la parte central del Continente Sudamericano. Por ejemplo, en el Perú nunca llueve, lo mismo que en el desierto de Antofagasta de Chile, lo que cambia algunas veces cuando viene El Niño. Y en lo que al Paraguay, Brasil y Argentina se refiere, El Niño es el causante de las copiosas lluvias que hoy están desbordando los ríos Paraguay y Paraná con las consecuencias dramáticas de las inundaciones que estamos viviendo tanto nosotros como nuestros vecinos Brasil y Argentina.



Por Horacio Sosa

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/la-creciente-de-los-rios-1264066.html

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